martes, 7 de octubre de 2014

Motivos por las cuales SER Arquitecto

C
omo cualquier profesión, existen diversos motivos por el cual convertirse en un  arquitecto. Hay personas que han tenido el gusto desde infantes, en otros fue más tardío, quizás el gusto fue al ver obras ya realizadas y tales atraparon la atención del espectador o simplemente los padre impusieron el estudio en el sujeto; en fin, la lista se extendería y nunca se terminaría de exponer tantas razones.


Ayuda y enseñar a otros. El arquitecto puede diseñar y proyectar para un dueño único, pero esto es en cuestiones formales, en realidad, se debe de tomar en cuenta todo ser vivo alrededor y dentro del diseño. De esta manera se entiende que no solo delimita espacios para ciertas actividades, sino que se tiene una influencia de gran impacto hacia el desarrollo (vida) de los usuarios.

Gusto por el dibujo. El saber dibujar es parte fundamental del desarrollo estudiantil en esta profesión, no obstante la mayoría cae en la trampa ambigua del dibujo y creatividad; el dejarse llevar por factores tan vagos solo alejar al ente artístico que solía ser el arquitecto. Es evidente que en el presente, el “buen dibujo y la buena representación” son parte fundamental del desarrollo de un proyecto, pero cabe recordar que el dibujo es únicamente un medio por el cual se plasman las ideas; no es un fin para la arquitectura.

ARQUITECTURA como ciencia, técnica y arte

La arquitectura como ciencia

En general, la ciencia se comprende por medio de su método científico, constituida por un conjunto de conocimientos objetivos y verificables sobre un tema determinado que son obtenidos mediante la observación y experimentación, además de contar con una formulación y verificación de hipótesis caracterizado por una metodología adecuada para el objeto de estudio.
El método científico se presenta en todas las ciencias conocidas, lo cual es precisamente lo que les da el carácter de científico y que en la mayoría de los casos no se encuentra en la arquitectura. Por lo tanto si se desea hablar de arquitectura como ente científica, se requiere esencialmente de un método o una metodología. Por otro lado, la arquitectura constituye una actividad humana que afecta al contorno intelectivo como al mundo material y al mismo tiempo se trata de un saber para un hacer; es decir, un conocimiento y una creatividad intelectual que tiene su sentido y un fin en la realización del objeto.
Además de la finalidad que se concreta en el edificio terminado, la actividad arquitectónica tiene su razón de ser en la contribución a la felicidad y confortabilidad de los seres humano, desde luego, materializando sus sueños e ideas.



  • Marco Vitruvio (I a.C.) “La arquitectura es una ciencia adornada de otras muchas disciplinas y conocimientos, por el juicio de la cual pasan las obras de las otras artes...”.



Orígenes y Primeras definiciones sobre Arquitectura

L
os orígenes de la arquitectura y el arquitecto se pierden junto con los del ser humano y sólo se conocen por las escasas huellas que resisten el paso del tiempo. Sin embargo, es indudable que durante la prehistoria el hombre empleó las artes constructivas no sólo con fines funcionales, sino también simbólico, con el simple hecho de construir, delimitar y crear un espacio confortable que acapare las necesidades impuestas, es pensar arquitectura. Aunque no siempre se concibió tal arquitectura, en primeras instancias  se le conocía meramente como construcción (siendo una disciplina en general) sin más ni menos.
Etimológicamente, la palabra arquitectura procede del griego. Es la conjunción de dos palabras: arjé, el principal, el que manda, el principio, el primero, y tekton, que significa construir, edificar. El arquitecto es, por tanto, el primero de entre aquellos que realizan la tarea de construir. Por un lado, es el que define las bases, los principios. Por otro, es el que dirige, el que manda en la actividad constructiva. La arquitectura, como actividad, como oficio, es el conocimiento y la práctica que permiten llevar a término estas funciones: determinar aquello que es básico para construir un edificio y también tener la responsabilidad de llevar a término algo determinado.